Consejos de un arquitecto para vender una casa más fácilmente
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Arquitectura & Diseño

  • Foto del escritorMauro Cerino

Consejos de un arquitecto para vender una casa más fácilmente



En nuestra profesión, ya sea para una reforma, una rehabilitación o una inspección, nos encontramos viviendas en todos los estados. Alguien nos contacta con una casa de construcción reciente porque no se adapta a sus gustos, y algún otro recurre a nosotros porque la casa que ha comprado es una ruina y no tiene otra solución que reformarla. Esto nos lleva a pensar cómo es posible que alguien haya conseguido vender una casa en tan mal estado y, aunque no solemos saber el precio de compraventa, si sabemos que es lo que hizo al comprador tomar la decisión final.


Son muchas las personas que pasan en algún momento de su vida por el trámite de comprar una vivienda, pero no todos llegan a vender una, y de quienes lo hacen, la mayoría de personas acaban recurriendo a las agencias inmobiliarias.



1. Las inmobiliarias no son la única solución

Como todo en esta vida, hay buenos y malos, y por supuesto, habrá agencias inmobiliarias que trabajen maravillosamente bien, informándose bien de lo que venden y manteniendo total transparencia en todo el proceso. Pero por desgracia, en todos los rubros de la vida está lleno de gente poco profesional.


El dueño conoce la casa que va a vender mejor que un agente inmobiliario. Y eso el comprador lo sabe y lo aprecia. Ese conocimiento tan particular que puedes tener de tu casa, como puede ser conocer el barrio o a los vecinos, es un punto a tu favor para convencer a un posible comprador.



2. Conoce bien lo que vas a vender

Este es el punto más complejo de todos. Antes de vender una casa necesitas tener cierta información y documentación, principalmente, es necesario saber los metros cuadrados (sobre todo los construidos), la antigüedad de la casa (y de las últimas reformas), la situación en registro y la situación con la comunidad de vecinos (ya sea en un edificio o en una urbanización). Para obtener los metros construidos y el año de construcción podemos recurrir a catastro municipal), pero para sacar los metros útiles necesitamos medir la casa y hacer un plano.


La situación de la vivienda en el registro tiene un coste muy bajo y la recibimos en unos pocos días. Este documento tiene información sobre la titularidad, la ubicación y las posibles cargas económicas, por lo que es extremadamente útil.



3. Un precio claro, pero flexible

Para vender una casa, obviamente hay que decidir cuánto dinero queremos recibir por ella. Y sacar un precio “justo” no es siempre fácil. Podemos recurrir a una tasación oficial si no nos importa pagar el precio, pero nuestra recomendación es que simplemente compares. Mira los precios de otras viviendas similares y cercanas, y valora si tu casa tiene unas condiciones mejores o peores para ajustar el precio.


Una vez decidida la cantidad que ves justa, marca un límite en tu cabeza del que sabes que no vas a aceptar una oferta por debajo, y pon un precio más alto que ese. Nadie mira precios de viviendas sin pensar que los va a poder negociar. En general, las ofertas suelen estar entre un 3 y un 10% por debajo del precio solicitado en origen, por lo que ten esto en mente cuando vayas a elegir la cifra.



4. Internet sí, pero carteles también

Es verdad que no nos podemos relajar y que la vivienda no esté publicada en internet, por lo que publicarla en las webs de tu país será una obligación. Pero, si bien debes usar estas webs para poder llegar a la mayor cantidad de posibles interesados, tambien coloca al menos un cartel visible desde la calle anunciando la venta.


Aunque el cartel va a llegar a mucho menos público que el anuncio de internet, casi todas esas personas están “cualificadas”, es decir que tienen una mayor posibilidad de convertirse en el comprador, ya que si han pasado por delante es porque son, conocen o les gusta la zona.




5. Una casa limpia deja una mejor impresión

Limpiar la casa antes de mostrarla y sacar fotos. Todos conocemos a alguien que ha entrado en una casa con basura, cocinas con restos de comida, muebles rotos y sucios, o botellas de alcohol vacías sobre la mesa. Ver una casa así espanta y genera sensaciones negativas, distrayendo e impidiendo a posibles compradores ver lo positivo que pueda tener la vivienda.

Dentro de todo el proceso de vender una casa, limpiarla es lo que menos tiempo lleva y merece mucho la pena el esfuerzo.



6. Que entre toda la luz posible

Aún no he conocido a una sola persona que cuando le preguntas que qué busca en una casa o cómo sería su casa ideal, no te diga que quiere que tenga mucha luz. Nadie quiere vivir en un espacio oscuro. Y estarás pensando, “pero la casa es como es, ¿cómo voy a meterle más luz?

Es cierto que no puedes meter más luz de la que ya hay, pero si puedes aprovecharla al máximo. Tanto para sacar las fotos de los anuncios como cuando enseñes la casa, sube las persianas, abre contraventanas, abre las cortinas y enciende todas las luces. Estos simples gestos cambian radicalmente la imagen que el comprador tendrá de la casa cuando la vea. Y un tip más: siempre sacar las fotos de día.




7. No reformes por reformar

Una casa en buen estado siempre se va a vender mejor, más rápido y por más dinero que una casa vieja, pero esto no significa que sea obligación dejar la casa como nueva para poder venderla. Muchísimos compradores buscan una casa con la idea de reformarla cuando la adquieran, esté como esté.


Cada caso es diferente, pero en general, si la casa es muy antigua y hace mucho que no se reforma (más de 20-30 años) no merece la pena invertir dinero en ponerla linda, ya que el próximo dueño va a tener que hacer una reforma sí o sí, aunque sea solo por actualizar las instalaciones de electricidad, plomería y climatización.



8. Si nada funciona, aplica “home staging”

Si nunca habías escuchado hablar del home staging, casi seguro que lo has visto aplicado más de una vez. Si alguna vez viste un programa de la televisión de reformas habrás visto que además de la propia obra, siempre decoran la casa.


Ponen almohadones, plantas, toallas, ropa doblada, libros en las estanterías y platos sobre la mesa, para crear la imagen de un hogar al que podrías entrar ese mismo día a vivir. Eso es home staging y, si bien en el punto anterior dijimos que reformar no siempre es algo a hacer, si no conseguimos vender la casa de otra forma, esta solución es casi garantizada. Además, este tipo de casas se venden mucho más rápido y por más dinero.



 

Estos son todas nuestras recomendaciones para vender más rápido una propiedad.


Si te quedan dudas o necesitas un consejo para tu caso particular, podés comentar esta publicación o enviarme un mensaje por Instagram.

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